Lo nombro en el cerezo florecido,
en el hogar leña y en un piano,
en el huérfano sol de mis hermanos
y en lo que amamos lejos del olvido.
En la casa de adobes, dulces y vieja,
en otoños luces desgastadas
y en aquella muchacha no olvidada
por el viejo cantor de Tres Acequias.
Guarda Cerrillos bajo el cielo puro
una noble tibieza entre sus muros
y placidez de otoño en cada esquina.
Como un ciego que vuelve de la mano
búscalo en el amor de algún verano
y donde la nostalgia se termina.
en el hogar leña y en un piano,
en el huérfano sol de mis hermanos
y en lo que amamos lejos del olvido.
En la casa de adobes, dulces y vieja,
en otoños luces desgastadas
y en aquella muchacha no olvidada
por el viejo cantor de Tres Acequias.
Guarda Cerrillos bajo el cielo puro
una noble tibieza entre sus muros
y placidez de otoño en cada esquina.
Como un ciego que vuelve de la mano
búscalo en el amor de algún verano
y donde la nostalgia se termina.
Sergio Rodríguez
1 comentario:
Hola, pues por aquí estoy navegando, te dejo saludos.
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