miércoles, 27 de agosto de 2008

Lo que no pudo ser...






Te conocí una tarde de octubre,
Una tarde que no podré olvidar,
Porque al mirarte de lejos
Una hermosa sonrisa me llegaste a brindar.


En ese momento no creía que podría pasar,
El llegar a encontrar
A un chico tan dulce y especial.
En medio de todos los demás.


Este encuentro fue tan especial
Porque en tu mirada ternura pude contemplar,
Porque en tu sonrisa vi felicidad
Y en tu rostro una belleza sin igual.


Después en mi vida lograste entrar,
Llegaste a conocerme sin juzgar
Que era muy diferente a las demás
Y que mis miedos no los podía superar.

Hoy todo lo que te merecí8as
No te lo voy a poder dar
Porque en mi vida no podés estar,
Por razones injustas que debes aceptar.



Por último te agradezco de verdad
Todo lo que me llegaste a enseñar,
Los momentos y alegrías
Que juntos pudimos pasar.


Aída amarilla

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